jueves, 19 de abril de 2012

EL DÍA DE MAÑANA.




Esta novela de Martínez de Pisón me parece un buen libro. Me ha entretenido su forma, confesiones en 1ª persona de 12 personajes que se suceden para relatar su relación con el protagonista. Me ha gustado descubrir a Justo Gil a través de esos diferentes puntos de vista, odiado, temido, perseguido, admirado…

El protagonista, Justo Gil, es un pobre hombre cuando emigra a la Barcelona de los años 70, su propia ambición y su sagacidad lo convierten en confidente de la Brigada Social, la policía política del régimen.
Todos los personajes tienen el encanto de los personajes de las grandes novelas, tiernos como Carme Román, o despreciables como Mateo Moreno. Reflejan vidas corrientes en una España marcada por los cambios de la transición política y social. El autor sin embargo no pretende ofrecer una visión documental de la época que reivindique nada, cada lector que intuya lo que quiera, la novela cuenta una historia por encima de todo lo demás.

Justo Gil y los otros doce personajes con los que en algún momento coincide, son verosímiles porque no están inventados para retratar a ningún personaje histórico concreto. Pero las páginas de esta novela también nos sirven para deambular por Barcelona en unos años de la historia de España cercanos, pero desconocidos para muchos de los jóvenes de hoy e idealizados por las generaciones que fuimos apenas quinceañeros entonces.

Me gusta esta novela porque se lee fácil. Tan fácil como solo se leen las novelas que aguantan el paso del tiempo, los libros que hacen de su autor un referente de la literatura. Martínez de Pisón es un escritor consagrado y avalado por otros títulos de éxito: María Bonita, Dientes de leche; no sorprende que en esta novela de nuevo provoque el gusto por leer.
Recorremos la Plaza de Cataluña, la calle Aribau, la Calle Tallers, y estamos allí, vamos detrás de Justo Gil, lo seguimos en sus peripecias de espía un tanto estrafalario.

Si leemos El día de mañana, encontraremos buena letra, personajes inolvidables, ágiles diálogos, acertadas pinceladas históricas, y además historias. Nos gustan las novelas que nos cuentan historias.


C.H.S (Cándida Hernández.Profesora de Lengua y Literatura)

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